"Crónica del final de temporada"

Queridos..amigos..de..Pirineo..total;

Definitivamente hoy, domingo 10 de abril, la estación de Panticosa cerrará sus puertas esta temporada. Al igual que la presente temporada, será un cierre extraño y raro. No se ha llegado a Semana Santa como era de esperar pero hemos sufrido un invierno difícil en el que la apatía se ha convertido en el denominador común. No ha habido grandes días, ni de nieve virgen ni de pista ni ha habido momentos de tonterías o locuras. Lo mejor de la temporada es que su agónico final es hoy.

“RECAPITULACIONES”

Hoy mis aguerridos compis todavía estarán dale que te pego con el club por Sabocos. Yo acabé ayer la temporada sin ponerme siquiera las botas del desolador panorama que se me ponía delante. Eso sí, acabo esta temporada como lo hice la pasada; la última bajada con el avalanchador. Decir que el año pasado lo hicimos por el tubarrón y este en el huevo cargados de material. Hay un pequeño matiz….

 Preparativos de SS: Los pasos.

Del último día que subimos a ayer, la diferencia era abismal. El frente Sahariano de los cojones que nos ha traído el verano 2 meses antes nos ha acabado de dar la puntilla. Y es que los Dioses de los elementos están mosqueados este año y no hay que darle más vueltas. Si es así es así…La nieve está arriba y hay que patear para buscarla. Ni aunque tuviésemos el Zeppelin que pido todos los años para hacer travesía valdría la pena este año. Lo siento por Dani Rocas y su teoría de “En Abril, travesías mil”.

 Hace una semana era una estación de ski.

Y de este modo llegamos a las recapitulaciones de la temporada. 135 días ha durado la temporada con sus altibajos finales, escasos cierres por viento, fiestas y demás putadas. Empezamos un 27 de Noviembre con paketín, ilusión y con las perspectivas de una gran temporada. Tras las primeras adversidades nos dimos cuenta que mi pastor y su predicción de invierno frío y seco se había columpiado. Cuando tras una nevada venia el viento o el agua desencadenada, nos empezamos a preparar para lo que al final ha sido. Ha habido tanto viento post-nevada, que uno de esos días se llevo la nieve de los ventisqueros. ¿Qué hay más gráfico que esto?. Hemos sufrido vientos, aguas, calores y al final un verano. Cuando todo parecía que se arreglaba venia un desastre, y otro…

Afortunadamente no hemos tenido lesionados graves; contusionados varios, alguno integro, tirones, caderas chungas, y las normales visitas a Osteópatas, fisios y demás. Hasta el virus este año ha aparecido tímidamente y ha pasado de puntillas. Otra novedad este año es que nos hemos quitado la adicción al Bacon-yeso. Y es que había que tener hambre y valor….

No ha habido grandes días. No recuerdo ninguno especialmente en el que haya oído “Ala Chavaaal” y abedules y la mayoría de los sitios escondidos han estado impracticables. La apatía se ha adueñado de mi ante tan poco que ofrecía la temporada. La crisis, la apatía y los elementos nos han quitado la alegría y las deserciones han sido masivas y prematuras.

 Observar que el arbol del tubo tiene hojas!!

Ayer la estación parecía otra. Ayer era como un pueblo del oeste abandonado donde las flores esas que dan vueltas cruzan la calle. La escuela estaba vacía y triste. Tan triste como para no subir hoy. Tan triste como que hoy me siento que no he acabado la temporada a pesar de que hace una semana que cambié el chip.

Con todo empaquetado y guardado ya, salvo lo que requiere lavadora que está esperando la última nevada que hoy juro que subiré foqueando desde donde haga falta.  Porque sigo convencido que tras este verano los elementos se desencadenarán de nuevo y lloverá y nevará. Es la ley de Murphy que se cumple. Cuando no haga falta nevará y yo estaré allí.

Desde aquí, con chancletas, para Pirineo Total; Rustav Cristiania.