jueves, 5 de marzo de 2015

Crónica de final de Febrero



Queridos…amigos..de..Pirineo..total;
Esta temporada sigue siendo una profusión de acontecimientos agraciados y desgraciados en lo meteorológico. Si un día nieva, no importa que sea levemente, profusamente, testimonialmente o accidentalmente, al día siguiente hay algo que se lleva la nieve caída. Si hasta ahora solamente era el viento, en los últimos días ha sido el agua. Agua en cualquiera de sus maneras posibles; lluvia, calabobos, txirimiri, en forma gaseosa, humedad ambiental del 220%, grifos abiertos, vasos caídos….Y encima las temperaturas suben y el sol se convierte en ardiente, dañino, hiriente, cabrón…Sin términos medios. Un día te mueres de frío y al siguiente estas asándote a fuego lento en una Trango-parrilla. Así que todos tosemos y nos duele la garganta, no podemos subir las cremalleras y vamos de evacuación en evacuación y Yanel en Yanel.


“La Semana de la marmota evacuada”



La última semana de Febrero ha sido una de esas semanas que se repiten a lo largo de esta temporada. El viento se ha encargado de hacernos cerrar no una vez, hasta 2 veces evacuación incluida y con visitantes del otro sector donde no se pone el sol porque es muy grande. La jornada empieza normal, con pequeños indicios de lo que se avecina en las puntas de las montañas. Cuando subes en el huevo los comentarios son:
1.       Esperanzadores: “Nada. Este viento no nos pega aquí. Solo en Formidal que lo cierra”
2.       Precavidos: “Esto se mueve mucho, no?.
3.       Melancólicos: “Aaayyy Qué lejos está Calatoraooo!!”
4.       Optimistas: “A ver si rola ya y nos vamos pa´casa”
5.       Generalistas: “Mecaguen lajdjafhgfhgrfgvbf viento y  su pudghgshg”
6.       Alarmistas: “Pues a las 15.45 Meteoro, Aemet, la ONU y Cual y Pascual esperan rachas de 350 Km/h”
7.       Crédulos: “ No jodas?”
8.       Incrédulos: “ mmmhá. De cojón.”
9.       Entendidos ilustrados: “ Las isobaras indican que(..) cuando rola a NO(…) vientos atlánticos(…) componente (..) “
Una vez arriba el breafing se desarrolla normalmente entre miradas furtivas hacia la ventana y murmullos de “ya verás…”. Recoges el grupo a la hora prevista. Corrijo. Recoges a parte del grupo a la hora prevista y esperas a Jaimito que pensaba que le daba tiempo una bajada más. Esperas a Sandrita que su amiga Lucia le ha dicho que no había clases porque la ley no escrita del ski dice que si llevas casco azul, trenzas y anorak beige no esquías el 2º día. Esperas a Juán porque le hacía daño la piedra que había puesto en la bota. Esperas a Carlos que no viene porque ha pillado el virus de la Celina y esperas a Ana que acaba de pasarle por encima a Pedro, Rosa y a Lucia 2 y se ha bajado mitad pista en posición decúbito supino sin decir la excusa del retraso, del atropello y de que no pueda ponerse en pie.
Mientras tanto y para hacer tiempo has explicado las recomendaciones de civismo y auto-conservación en la nieve. A saber; no comer nieve. Con mayor razón si es amarilla. No quitarse los esquíes en las pistas. Al menos dejar uno. Y no agarrarte a los compañeros para arrastrarlos cuando te estás quitando las tablas. No pegar a quién te ha tirado (aunque tengas todos los motivos para hacerlo) intentando levantarse tras intentar quitarse las tablas. Poner los esquíes a las 12 en punto. No eso son las 7.45. Casi pero las tablas deben estar en el suelo. Perpendiculares. A la pendiente no al grupo. No los 2 mejor. Yo te levanto.
No mear contra el viento. No preguntar constantemente al monitor qué, cómo, cuando, por qué, por el futuro, por el ejercicio de antes, por el ejercicio de después, por las negras, por su novia, por (..)
12. Los tienes a todos y comienza el descenso. Repites (todo) lo anteriormente citado. Y gritas lo mismo más que no muevan los palos amenazadoramente pegando al que llevan delante y detrás que suele ser Pedro y se lleva todo lo suyo y lo de los demás.
Tras 2 horas de intenso dolor de garganta y de pies, Pedro esta mas maltrecho que tú porque pese a tus esfuerzos se lo han llevado 20 veces por delante y el ha sufrido sus caídas propias. Tiene estrés post-traumático,  20 sustos, el casco ladeado y las gafas colgando y dice que no le gusta esquiar y qué cuanto falta.
Entonces, allí despidiendo a los chavales hasta las 14 horas, te alertan del cierre de la estación. Por lo visto seguía haciendo viento mientras luchabas por bajar y subir a los 12. Evacuación.
Desde aquí, para Pirineo total; Rustav Cristiania (Grupo Bravo)