Queridos…amigos..de..Pirineo..total;
Ejem..Por dónde empezar? No sé
sobre qué puede versar esta crónica ya que estamos en medio del día de la
marmota y comenzando a respirar tras las Navidades. Podría hablar sobre la
música celestial de las próximas nevadas que anuncia el infalible parte
meteorológico y centro del universo
blanco. O incluso narrar el ambiento de paz y trabajo que se respiraba estas ya
pasadas navidades. También sería un tema la primavera radiante de estos días
donde brotan flores y florecen los arboles y las botas de esquiar. Aunque bien
pensado…quizá hable sobre Eolo.
“Eolo sopla en el Balneario”
De entre nuestros más ilustres esquiadores,
resalta uno. Ni que decir que no es necesario presentar a este ilustre
visitante de nuestras pistas ya que es ampliamente conocido por todos. Ya desde
la antigüedad, marinos, comerciantes o incluso los mismísimos dioses del Olimpo
lo tenían en su agenda y se whatsapeaban con él. Eolo; el señor de los vientos.
Aquel que tenía a todos los vientos encadenados y disponía de ellos a su
antojo.
Parece ser que primero visitó Formidal
pero no le gusto demasiado y decidió venir a Panticosa. Probó y quedo encantado
con nuestras pistas y nuestras vistas. Así que aunque tarde, la nieve estaba
dura y esperó a que se transformase, comenzó la visita. La gente empezó a
ponerse nerviosa al encontrarse con semejante figura alrededor suyo. Parecía
que lo envolvía todo con su grandeza y fuerza.
Foto: Charly (Del grupo Alfa). Equipo Alfa Beta y Gamma.
La estación entera empezó a
congregarse maravillada ante tanto portento. Incluso había un speaker que no
dejaba de radiar sus evoluciones. Causo tanta impresión que incluso se movilizó
a protección y guardia civil. La prensa comenzó a llenar los aledaños de la
estación y éramos noticia en todas las televisiones y radios nacionales. Por
primera vez estábamos por delante del resto de la estaciones a nivel de
difusión y nadie se quería perder el espectáculo. Aún siendo la hora del cierre
la gente se resistía a irse.
Tanto fue el tumulto que hubo que
obligar a la gente a que abandonase la estación guiada por la siempre leal
escuela de ski. Largas columnas de esquiadores guiadas por monitores seguían
maravillándose mientras abandonaban la estación con nuestro visitante. Tan
grande era su presencia, que eclipso a la joya de nuestra estación y la dejo
parada aunque no inmóvil. El huevo se mecía al son que marcaba Eolo.
La gente, para agradar a nuestro
visitante, hacia bailes de paloteado y se reunían para discutir sobre quién o
qué era lo indicado para nuestro inesperado cliente. Tanto a la gente que
permaneció allí hasta la mañana siguiente como al mismo Eolo que se fue poco más tarde que el último de los
clientes parece ser que ese día no será solo un día más de ski.
Foto: Panticosa. Yanel. Puede que sea una errata.
Y eso es lo grande de Panticosa,
que no solo es un día de ski, copitas y sushi, es la misma esencia del ski y de
la montaña. Una montaña que está en Huesca y no en Zaragoza, una montaña que
tiene una cafetería que cabe mogollón de gente y no está en la cima más alta de
la estación, una montaña que solo tiene una cabina (desgraciadamente) y no 2
una de ellas de reserva. Estas y otras muchas erratas fueron dichas en medios
de comunicación pero ya son parte de la leyenda. Es el precio de la fama de ser
el 5º valle de Formidal.
Desde aquí, para Pirineo total;
Rustav Cristiania.
muy buena! Panticosa esta muy bien preparada! y nosotros siempre la querremos como la estación familiar que nos une!
ResponderEliminarFdo: desde caribeña-zara-goza con "amore"
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