miércoles, 25 de febrero de 2015

"Crónica de un mal trago"



Queridos..amigos..de..Pirineo..total:
Llevamos un invierno muy raro pensaba hoy mientras me nevaba encima y paseaba con Colette. Una temporada llena de grandes y profundos cambios. Todo apuntaba bien con la novedad de la nueva pista del Estrimal pero todo cambio. Se abrió tarde, en una fecha casi esperpéntica, irrisoria si no fuese por la economía doméstica. Lo poco que nevó se lo llevó Eolo para su casa, el frio no aparecía y cuando lo hacía era a destiempo o fugazmente. Y eso que todos; partes noruegos, pastores, avispas y frutos silvestres anunciaban un invierno pletórico de nieve. Se abrió y agonizamos esperando la nieve y a la gente hasta que un día que tenía que venir la gente no vino porque lo hizo la nieve. Klaus mandó bendecirnos con un regalo tras otro hasta  2 metros que dijo basta. Los de siempre dijeron que caerían 4 metros…Tras la bendición vino la maldición y el viento se cobró su parte de lo caído. Y seguimos en esa tónica. Nieva y el viento reclama su impuesto revolucionario. Nieva frio, polvo que no hace base ni resistencia al cruel viento. Ahora mismo estará nevando allí arriba como lo ha hecho durante todo el día. Cada vez lo hace más húmedo, más pesado. Según los seguidores del tiempo esto acaba en agua….Solo sé que ha nevado medio metro y ni rastro de viento. Y eso es bueno porque se rompe la secuencia y no me lo dice ningún parte.
“Mal día”

 Si, hoy ha sido uno de esos días en que nada sale bien. Lo tenía que haber imaginado cuando me he levantado y se me ha olvidado revolver el azúcar del café. Lo primero que me he metido en el cuerpo casi acaba conmigo; amargo y fuerte. Y eso que veía los copos grandes prometiendo un encuentro con el dragón.
Pero el avalanchero ha llegado tarde y para cuando estaba en situación no había tiempo para cabalgar de nuevo ese dragón etéreo que nos envenena. Luego aparecería uno y otro relatando su bajada, el espesor (…) Incluso alguno, no quiero señalar que era el delgado técnico, hablaba de la calidad de la nieve, los taninos de la misma, la temperatura, el peso, granulometría, orografía pormenorizada….Para matarlo.
Pero las sorpresas no acaban allí porque mi nombre aparecía en la pizarra convirtiéndome en la guardia un día con escuelas, nieve y cumpleaños diversos con jamón, botellas y miles de papelitos, miguitas, confeti y matasuegras. Perra suerte…
Y además como colofón, había que recuperar el día de ayer y tenía 5 horas de clases. También tenía palillos bajo las uñas, capa y mal karma. Aaaayyy Calatorao que lejos estas….! Por cierto Hansonator estaba malito y no ha subido, perdiéndose un día maravilloso.
Allí estaba codo a codo con Ernesto y Juanorbita, poniendo parafina y quitando zuecos que para dj,s tenemos pasta pero no para cera, mientras la nieve crecía a nuestro alrededor. Allí exponiendo nuestra garganta a la intemperie porque se prefiere tragar y respirar a abrigarte. Allí peleando por un espacio entre más grupos y la banda sonora de Abu para amenizar. Allí con mis palillos y mi karma.
Son las 13 horas y estoy en la escuela cambiándome ropa mojada por seca. Salto en mis tablas, selecciono música y me voy al ángulo. El karma me persigue. Zona de seguridad significa Fobas2 y Mandilar cerrados. Maldigo a mucha gente. Me remonto a generaciones muy pretéritas para hacerlo. Me maldigo a mí, a las marmotas, a la diosa fortuna y a su puta madre que no pone azúcar en el café. Y así, ofuscado durante 3 minutos mientras el cielo descarga toda la humedad contra mi persona, recito la letanía demoniaca que surge de mi interior.
Bajo a la silla de Fobas. Salgo de la pista pero al girar por tercera vez la nieve me frena. Me pongo más palillos y vuelvo a pista. Necesito más pendiente, más velocidad….Lo pruebo contemplando esas 2 premisas y …me pongo más palillos. Salgo de nuevo a pistas y esta vez sudando lo mío. Mas velocidad un poco más rápido y….mas palillos, mas sudor, mas pista, mas frio en la silla y mas decepción que llevarme a la escuela. Me acuerdo de mucha gente que ha contribuido a que este subiendo en una silla con esa sensación. La reina, jofrey (..) el perro.
Y para colmo, ya sin palillos luchando por no llorar de rabia, se acerca alguien diciendo que viene de abedules que esta buenísima que para que voy a una percha cerrada que si….Que me busca la ruina, que lo tengo que matar y acabo en la cárcel.
Y así, mojado, acatarrado porque prefiero tragar y respirar a protegerme la garganta del frio, perdido este paquetón al dragón y a su puta madre, habiéndome comido la guardia proverbial y encima lloviendo acabo un día que pintaba bien y lo torció un sorbo de café amargo.
Desde aquí, lloviendo a mares para Pirineo total; Rustav Cristiania.

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