martes, 18 de marzo de 2014

Marzo caliente

Queridos…amigos..de…Pirineo…total;
Hoy tengo fiesta. Me he levantado tempranito y sin prisas. Ni siquiera he mirado el teléfono por si había notificaciones oficiales con bobadas o sin bobadas. Ni siquiera he entrado en la web de Orgasmón para comprobar si está abierta, si hay viento, si hay…Ni web ni aplicación para móviles ni nada. Tranquilamente con mi café matutino y mi cigarrito mirando por la ventana como sigue fundiéndose la nieve en este verano prematuro.
 
 
“De borrascas a verano en un abrir y cerrar de ojos”
Se nos acaba Marzo y la temporada me temo. Nada resulta claro en las informaciones que voy recibiendo de Pascual, de tal o del primo de cual, pero oficialmente se abrirá en Abril los fines de semana y Semana Santa. Incluidos los viernes fue la última noticia al respecto de la apertura selectiva en Abril. Ni un día me comunicó ayer “radio macuto” que es el primo de Pascual y amigo íntimo de Tal. Todo se desarrolla como siempre vamos, con su habitual idiosincrasia.
Pero no es este el tema principal de esta crónica. El tema que vertebrará este texto festivo es el clima. Y es el clima tocado desde el punto personal y no desde el científico de muchos de mis compañeros o de los “gafa-pastas” profesionales que emiten para centros oficiales o medios de desinformación como prensa tv y comics.
Nos pasamos toda la temporada en una nube. Alternando humedades tropicales y vientos diversos que no responden a nombres chulos como Mistral, Alisio,  Garbí o parecidos. Nuestros vientos se llaman incómodos, heladores o cerrados directamente. Te pasas toda la temporada viendo medio cursillo únicamente e intuyendo al otro medio dentro de una boira impenetrable hasta que un día los cielos se abren tras una típica micro-borrasca. Y ese día, coincidiendo con la llegada de miles de esquiadores, el sol se convierte en algo abrasador que funde la nieve, cuece a los monitores en sus trajes y quema todo lo que desliza.
Es curioso pero a los miles de esquiadores que llegaron ese mismo día les pareció un día magnífico para esquiar. Seguro que vinieron todos motivados por ese ardiente sol y esa temperatura horrible.
Otra de las curiosas cosas que pasan en un día así es que te toca ir al Yanel. Clase tras clase te acercas invariablemente a repetir una y otra vez lo mismo. Yanel multiplica la sensación de calor por 2 así que puedes ver espejismos. Estos días he visto un Oasis en la cinta 2 y me tocó un cursillo de iniciación de suecas en ropa interior en la cinta -1.
Y así seguimos hasta hoy; como si de una maldición bíblica se tratase; arrastrando calor y sol abrasador. Pero esto solo es un comienzo. No me baso en isobaras ni tengo en cuenta fenómenos atmosféricos lejanos, ni juego con datos estadísticos o  estudio lo que me rodea. Ni me fijo en el trino del abechuco común, el zumbido avisperil o el canto de la hiena de Fajalata. Pero seguro que volverá el frío y la nieve. Cuando todos estemos en bermudas y acostumbrados al sol se cerrará el cielo y la temperatura caerá de nuevo para que los virus, las toses y los mocos se adueñen de nosotros.
Desde el árido valle, para Pirineo solar; Rustav Cristiania.
 


 
 

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