Hoy tengo fiesta. Me he levantado tempranito y sin prisas.
Ni siquiera he mirado el teléfono por si había notificaciones oficiales con
bobadas o sin bobadas. Ni siquiera he entrado en la web de Orgasmón para
comprobar si está abierta, si hay viento, si hay…Ni web ni aplicación para
móviles ni nada. Tranquilamente con mi café matutino y mi cigarrito mirando por
la ventana como sigue fundiéndose la nieve en este verano prematuro.
“De borrascas a
verano en un abrir y cerrar de ojos”
Se nos acaba Marzo y la temporada
me temo. Nada resulta claro en las informaciones que voy recibiendo de Pascual,
de tal o del primo de cual, pero oficialmente se abrirá en Abril los fines de
semana y Semana Santa. Incluidos los viernes fue la última noticia al respecto
de la apertura selectiva en Abril. Ni un día me comunicó ayer “radio macuto”
que es el primo de Pascual y amigo íntimo de Tal. Todo se desarrolla como
siempre vamos, con su habitual idiosincrasia.
Pero no es este el tema principal
de esta crónica. El tema que vertebrará este texto festivo es el clima. Y es el
clima tocado desde el punto personal y no desde el científico de muchos de mis
compañeros o de los “gafa-pastas” profesionales que emiten para centros
oficiales o medios de desinformación como prensa tv y comics.
Nos pasamos toda la temporada en
una nube. Alternando humedades tropicales y vientos diversos que no responden a
nombres chulos como Mistral, Alisio, Garbí o parecidos. Nuestros vientos se llaman
incómodos, heladores o cerrados directamente. Te pasas toda la temporada viendo
medio cursillo únicamente e intuyendo al otro medio dentro de una boira
impenetrable hasta que un día los cielos se abren tras una típica
micro-borrasca. Y ese día, coincidiendo con la llegada de miles de esquiadores,
el sol se convierte en algo abrasador que funde la nieve, cuece a los monitores
en sus trajes y quema todo lo que desliza.
Es curioso pero a los miles de
esquiadores que llegaron ese mismo día les pareció un día magnífico para
esquiar. Seguro que vinieron todos motivados por ese ardiente sol y esa
temperatura horrible.
Otra de las curiosas cosas que
pasan en un día así es que te toca ir al Yanel. Clase tras clase te acercas
invariablemente a repetir una y otra vez lo mismo. Yanel multiplica la
sensación de calor por 2 así que puedes ver espejismos. Estos días he visto un
Oasis en la cinta 2 y me tocó un cursillo de iniciación de suecas en ropa
interior en la cinta -1.
Y así seguimos hasta hoy; como si
de una maldición bíblica se tratase; arrastrando calor y sol abrasador. Pero
esto solo es un comienzo. No me baso en isobaras ni tengo en cuenta fenómenos
atmosféricos lejanos, ni juego con datos estadísticos o estudio lo que me rodea. Ni me fijo en el
trino del abechuco común, el zumbido avisperil o el canto de la hiena de
Fajalata. Pero seguro que volverá el frío y la nieve. Cuando todos estemos en
bermudas y acostumbrados al sol se cerrará el cielo y la temperatura caerá de
nuevo para que los virus, las toses y los mocos se adueñen de nosotros.
Desde el árido valle, para
Pirineo solar; Rustav Cristiania.
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